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sábado, 17 de marzo de 2012

mi mundo, mi planeta

Durante estas últimas semanas he vivido muchas emociones y he reflexionado sobre el significado de respeto y tolerancia. Llegando a la conclusión de que con estos dos términos podríamos arreglar el mundo he visto que la vida en casa de una familia es como el nuestro propio mundo. Imaginemos que cada habitación es un país y cada piso es un continente. Si nos encontramos en uno de esos malos momentos familiares en el que todas las mujeres tienen o están a punto de tener la regla (por lo que están con bastantes malos humores), los adolescentes se revelan ante algo que se les permite hacer y el hombre de la casa no soporta este comportamiento, hay bastante mal ambiente en nuestro "mundo". Encerrarnos en nuestro cuarto "país" no haría nada y salir al mundo exterior y plantarnos ante las potencias mundiales y declarar la guerra tampoco solucionaría nada puesto que nuestro precioso planeta podría convertirse en un desierto desolador en  el que todo lo que antes era un paraíso ahora se encontraría tirado por los suelos tras un arrebato de ira. Todo el orgullo deberíamos tragarnoslo y tras contar hasta diez y serenarnos, debemos proponernos llegar hasta un acuerdo hablando y sin llegar jamaś a la violencia y siempre con respeto y tolerancia.